viernes, 9 de mayo de 2014
Capítulo 9: Del show de televisión al show sexual nocturno en la piscina (Carlita + Wil Myers)
Querido Orange Shoe Diary:
Una vez más te abro para contarte una nueva fantasía beisbolera perversa. Siguiendo con esta onda de aventuras eróticas junto a peloteros no miembros de los San Francisco Giants, nos quedamos en Tampa Bay; porque otra "raya" nada desde las aguas de esta bahía del oeste de la Florida a nuestro picante espacio para derrochar sus adorables encantos y sacar la fiera sexual que lleva dentro de su apariencia de niño bueno e inocente. Se trata del más reciente ganador del Novato del Año de la Liga Americana, el outfielder que representa el valioso futuro de los Rays: el bellísimo Wil Myers. Casualmente, Wil usa en su jersey el número 9, por lo tanto quise reservar este capítulo 9 exclusivamente para este hermosísimo jovencito. Tú sabes, cábala numérica. En fin, sin más que agregar, veamos cómo fluye todo esto:
Un centro comercial. Tiendas de cualquier tipo: de ropa, calzados, accesorios, telefonía, restaurantes, salas de cine, tiendas por departamento; todas a reventar de gente. Ese día había más gente de lo normal debido a que habrían varios eventos durante ese fin de semana. Uno de ellos sería un casting para un concurso de canto.
El día de dicho casting, me encontraba con un grupo de amigas (Dayana, Ámbar, Vicmary y Gabriela; éramos cinco contándome), quienes íbamos al cine. Tras terminar de ver la película, fuimos a dar una vuelta por el centro comercial, comiéndonos lo que quedó del popcorn mientras veíamos lo que había tras las vidrieras de las tiendas hasta que vimos en el anfiteatro del lugar una enorme cola de gente con números colgando de sus cuellos.
"Qué será eso?", me preguntaba. "Debe ser un casting, pero no tengo idea de qué es", dijo Ámbar. "Es un casting para nuevos talentos", exclamó Dayana; a lo que luego Gabriela agregaría: "Van de todo, desde cantantes, hasta magos y gente así. Yo no soy tan buena ni cantando ni haciendo magia, y ustedes?" "Yo menos", dijo Vicmary. Todas reímos y fue allí cuando Dayana le recordó al grupo que "aquí la dura cantando es Carla".
"Es cierto", "verdad, Carla canta hermosísimo", "la voz de Carla es inigualable", se murmuraban las chicas mientras yo las miraba extrañamente. "Osea, ustedes quieren que yo haga ese casting, verdad?", les pregunté. "Claro querida", contestaron todas al unísono. "Que lo haga!", "que lo haga!", "que lo haga"; gritaban las chicas para convencerme de hacer el casting, lo cual tuve que aceptar para complacerlas. "Está bien, haré ese casting entonces, pues".
Las muchachas gritaron de satisfacción al aceptar la propuesta y fuimos directo al anfiteatro del mall. Hice mi cola y esperé por varios minutos, debido a la conglomeración de gente que fue al casting. Mientras tanto, las chicas me retocaban el maquillaje, me peinaban, me daban agua y hasta me cuidaban mi puesto cuando quería ir al baño. En fin, como si ya yo fuese una artista de verdad. Pasó el tiempo y entré al mini escenario a presentar mi casting. El público me aplaudió, mis amigas andaban histéricas gritándome en señal de apoyo. Tres personas conformaban el jurado. Al principio, los jueces me contaron que si resultaba seleccionada, iría a competir en un concurso de talentos dentro de un popular programa en la televisión.
"Cómo te llamas, jovencita?", preguntó el juez #1. "Soy Carla, un placer". "Qué edad tienes?", fue la pregunta de la jueza #2. "21", le respondí; luego vendría el juez #3: Qué nos cantarás, señorita Carla?", lo cual contesté: "Start a fire, de Dilara Kazimova, una cantante de Azerbaijan". "Mmm, no hemos escuchado nunca esa canción, ni tampoco a esa chica, sería interesante oírla",dijo el juez 1. "Pues la van a poder escuchar en este instante", les respondí. "Habrá algún piano de cola acá? Porque aquí en mi bolso tengo las partituras".
"Ahí está el maestro Dante, dale las partituras y haz tu performance", replicó la jueza 2". Le di las partituras al pianista y me puse frente al micrófono; él empezó a tocar y yo comencé a cantar:
"♪ Someone's selling garden roses down the square / People gathering by to breathe the morning air / But no one sees the bitter cold and shivering empty hands / A school girl running by and trying to beat the bell / People dropping, tossing coins in wishing wells / But no one cares for dreams that don't fit into our world / Maybe nightfall darkens skies / And maybe teardrops stain our eyes / But may the slightest light start a fire / A soldier in the hands of a forgotten mess / Digging out the burning bullets in his chest / So eager, bold and noble - printing footsteps on this earth / Maybe nightfall darkens skies / Maybe teardrops stain our eyes / But may the slightest light start a fire / Start a fire / But may the slightest light start a fire ♪"
El público aplaudió fuertemente. Los jueces me felicitaron y de una vez me dijeron: Estás dentro de la competencia. Yo grité y salté de la alegría. Mis amigas fueron a abrazarme y a felicitarme por entrar a la competencia. Al día siguiente entré al estudio del programa de TV donde actuaría. Dicho programa es maratónico, dura unas cuatro horas al aire todas las tardes los sábados.
Ese día, estábamos varios participantes en dicho programa, que no necesariamente todos eran cantantes. Habían malabaristas, bailarines, comediantes, magos, imitadores, declamadores de poemas, copleros; en fin, de todo un poco. Ese día, no sólo me llamó la atención cada actuación de los participantes, sino el invitado que tenían en el show. Antes de que me tocara el turno de salir a cantar, el invitado especial del programa iba camino a camerinos a arreglarse para el siguiente segmento; luego de ese segmento vendría mi presentación. Me vio y me saludó: "Hola, tú debes ser una de las concursantes del show de talento, no?" Yo le respondí que "sí, ahora en un rato salgo a cantar, después que tú salgas, claro".
"Ah ok (risas)", dijo mientras sonreía el espigado joven de rostro angelical y perfecto, de aproximadamente 1.89 metros de estatura, piel blanca, ojos azules, cabello castaño y algo rebelde y despeinado, cuerpo atlético y bien proporcionado.
"Me llamo William Myers, pero me gusta que me llamen Wil, así con una sola L; es decir, Wil Myers (risas)", me dijo el chico presentándose ante mí. "Un placer conocerte, Wil. Me llamo Carla", le contesté tendiéndole la mano. "Lindo nombre (guiño)", dijo Wil, para luego preguntarme que, aparte de cantar, qué otras cosas hacía.
"Estudio en la universidad y me encanta leer, componer canciones y poemas y ver un buen partido de beisbol". Wil diría luego en tono de sorpresa: "Ah sí? Te gusta el beisbol? A mí también. De hecho lo practico. Juego en las Grandes Ligas con los Rays y me ha ido bien. Hoy me invitaron porque querían que hiciera un reto. Haré un número musical con una canción totalmente inédita, y pues estoy un poco nervioso (risas)".
Yo me reí y después le dije: "Pero me imagino que has ensayado toda esta semana para esta presentación, verdad?". "Claro!", exclamó Wil. "Antes de cada práctica esta semana ensayaba, tuve un día libre y lo aproveché para perfeccionar el acto y ya pues hoy lo presento. Ha habido mucha expectativa ante esto porque soy el primer beisbolista que hace este tipo de retos (risas)". "Me imagino, porque no es común ver a un beisbolista actuando como un popstar aunque fuese por un día (risas)", le dije. Wil contestó: "Es cierto (risas). Te dejo porque debo ir a arreglarme, mucha suerte, Carla. (Susurro al oído) Si quieres después del programa salimos a cenar". Le exclamé susurrándole al oído: "Me parece excelente idea! Ok mi vida, nos vemos entonces".
Después que los que estaban delante de mí hicieran sus presentaciones, me tocaría el turno. Los mismos jueces del casting estaban allí en el estudio evaluando cada performance. Pero antes habría un paréntesis en la competencia para el momento del gran invitado de la tarde-noche. El animador del show se dispone a presentarlo: Estamos de vuelta en "Estrellas del Fin De Semana", un placer saber que siguen en sintonía con nosotros. Y ahora, llegó el momento de recibir a nuestro gran invitado de la noche. Es un joven exitoso, talentoso y con un gran futuro por delante dentro de los Tampa Bay Rays. Sí, es beisbolista y hoy ha venido porque cumplirá el Reto del Talento para Celebridades, por 10000 dólares que serán destinados a causas benéficas. Ha preparado un número musical con una canción totalmente inédita. El ballet del programa está dispuesto para acompañar en la danza a quien hoy asume el Reto del Talento de Celebridades correspondiente a esta semana, la futura cara de franquicia de los Rays, Wil Myers!"
El público (en su mayoría chicas vestidas con el jersey de Wil) enloqueció con sus gritos de "fangirl". El grupo de baile empezó a ejecutar su coreografía. Wil apareció en el escenario luciendo como toda una estrella pop, aunque fuese por un día. Los gritos del público subían de decibeles al aparecer él en el escenario; ataviado con una t-shirt color turquesa, unos pantalones negros y una gorra con el ala atrás.
Yo lo veía en el backstage, reía y disfrutaba de ese momento al mismo tiempo que escribía en mi bloc de notas un poema inspirado en él. Mientras tanto, Wil bailaba y cantaba cosas como: "Quiero que le des luz a mi oscuridad / quiero que sea tu sonrisa la que me haga delirar / Yo quiero ser el aire que tú sueles respirar / quiero quedarme a tu lado hasta el final / contigo yo soy feliz / sin ti no puedo vivir / me mataría tanta soledad / así que quédate conmigo un rato más. Ohhh no! *suena la música* *En el fondo aparece un coro cantando este estribillo*: Quiero que le des luz a mi oscuridad / no deseo vivir con la soledad/ quédate un rato más *Wil cantando*: Oh baby quiero vivir contigo hasta el final / como tú no hay otra en el mundo igual / sólo a tu lado quiero estar ah ah ah *El coro de nuevo*: Quiero que le des luz a mi oscuridad / (Wil: Oh oh ooooh) no deseo vivir con la soledad / quédate un rato más *Wil*: Oh muñequita sin ti no soy feliz / sin tus besos no puedo vivir / ven y quédate junto a mí yeeeah. Ohh mi niña. Oh oh oh oh. Yo quiero tener tu amor ooooh...
Tras su actuación, Wil ganó los 10000 dólares y volvió al backstage. Yo estaba preparándome para salir a cantar, cuando él se acerca a decirme: "Mucha suerte, Carla. Sé que lo harás bien (guiño)". "Gracias, Wil", le contesté. "Por cierto, lo hiciste bien. Para ser un show de alguien que juega beisbol casi todos los días, estuvo fantástico". "Ah ok, gracias mi amor (Risas)", respondió Wil, para luego agregar: "Recuerdas lo de hace rato no? Que te dije que íbamos a salir después del programa. Bueno, acá te esperaré. Al terminar, salimos a comer, te parece?" "Genial mi vida", le repliqué. "Ya me toca salir". Wil me abrazó y me dio un beso en una mejilla como señal de buena suerte.
El animador me presenta: Y ahora presentamos a nuestra siguiente concursante, con el tema "Start a fire", recibimos a Carla! El público aplaudió mientras empezaba a tocar el piano. Wil en backstage sonreía mientras yo cantaba. Al terminar mi performance vinieron los 5 últimos concursantes antes del veredicto final. Esa noche, el ganador se llevaba 50000 dólares y el segundo lugar ganaba 25000. Logré el segundo puesto. El primer lugar se lo llevó un mago que se llevó grandes aplausos con su acto de magia.
Al terminar el show, Wil y yo, tal cual como lo cuadramos, fuimos a comer en un In-N-Out. "No te había dicho lo bien que cantas. Tienes un gran talento", me dijo mientras mojaba una papa frita en salsa de tomate. "Gracias mi amor", le respondí a su elogio para luego beber un sorbo de malteada de chocolate. Después de degustar las hamburguesas, papas fritas y las malteadas de chocolate y fresa, Wil me llevó a su casa en su camioneta Jeep último modelo. "Por qué me traes acá?", le pregunté. "Quiero que pases la noche conmigo hoy", respondió Wil. Estoy solo y pues me hace falta algo de compañía". "Pero yo no tengo más ropa", le dije. Wil me sonrió y me dijo que estuviera tranquila; "te llevaré a tu casa para que busques algo de ropa y te quedes conmigo en mi casa esta noche. Ah, y metes un traje de baño. Mi casa tiene piscina con jacuzzi y pues si quieres echarte un chapuzón allí, no veo algún problema para que lo hagas".
Wil me llevó a casa y fui a buscar dos franelas, un short, un blue jean y ropa interior, además de desodorante, perfume, cepillo y crema de dientes. Y además agarré mi traje de baño de dos piezas de estampado floral, una toalla y el bloqueador solar. Metí todo en un pequeño bolso y volví a montarme en la camioneta de Wil; quien nuevamente me llevaría a su casa. Al llegar allí, Wil me mostró su "nidito". La cocina, los dos baños, la sala de estar, los dos cuartos, un enorme patio con una parrillera grande, perfecta para cuando le provoque hacer un BBQ y por supuesto, la piscina con el jacuzzi. "No sé si quieres un coctelito, una cerveza o algo así", me ofreció Wil. "Una cerveza no caería mal. Que esté bien fría", le pedí. "Está bien", contestó él. Wil fue a la cocina a buscar la cerveza mientras yo me ponía mi traje de baño dispuesta a bañarme en el jacuzzi. Al traerme la cerveza, Wil se sorprendió de lo rápido que me cambié para meterme a bañar. "Wow! Tú no pierdes tiempo. Acaso eres hija de Flash?", decía mientras me entregaba la botella de cerveza. "(Risas) No vale, es que no me pude resistir. *se bebe un sorbo de cerveza* Esta cerveza está divina". Wil y yo reíamos, bebíamos nuestras cervezas y nos miramos fijamente, hasta que él me dio un beso en la boca. Y fue allí cuando empezó a calentarse el asunto. Wil se quitó la franela y quedó sólo con sus shorts puestos, se metió al jacuzzi con su botella de cerveza en mano, tomó un sorbo y empezó a mojarme. Me besaba y pasaba su lengua por mi espalda y mi cuello suavemente mientras con sus manos sostenía mi cabello. Me quitó la parte de arriba del bikini y empezó a besarme en el cuello y a pasar sus manos por mis hombros, mis pechos, mi estómago y mis piernas. Me di media vuelta y me senté sobre él. Le di de beber lo que sobraba de mi cerveza como si fuera un tetero y le acariciaba los hombros, los brazos, los pectorales, el abdomen y las piernas. Le besaba y le pasaba mi lengua por sus mejillas rojas, su cuello, su pecho y su planísimo y perfecto abdomen. Wil me quitó la parte de abajo del bikini, yo respondí el gesto quitándole el short y me terminé de sentar sobre su entrepierna. Lo abrazaba y me aferraba a él mientras me movía suavemente sobre su entrepierna, al mismo tiempo que besaba sus rosados labios y enredaba mis manos en su rebelde cabello. Wil me mojaba mientras yo sentía placer sobre él. Luego, Wil me sacó del jacuzzi y nos lanzamos abrazados a la piscina. Nadamos unos breves segundos y nuevamente nos abrazábamos y nos besábamos varias veces. Salimos de la piscina y nos acostamos en una de las orillas. Wil se puso sobre mí, besándome desde mis labios, pasando por mi cuello, mis pechos, mi estómago, mi clítoris y mis piernas. Me puso boca abajo y me hizo varios masajes en mi espalda, para luego pasar su lengua y sus labios allí varias veces. Me sentía en la gloria con cada beso, caricia y estímulo de su parte. Wil se acostó y yo me senté sobre su entrepierna moviéndome suavemente, al tiempo que él ponía un dedo de su mano izquierda sobre mi boca para morderlo y chuparlo. Su otra mano se posaba sobre mi estómago y subía hasta mi pecho y mi hombro derecho. Sus manos recorrían mi cuerpo una y otra vez mientras estaba encima de él. Me incliné sobre él y nos volteamos. Ahora era él el que nuevamente estaría sobre mí. Me penetraba lentamente y variaba el ritmo constantemente. Me abrazaba, pasaba sus labios por cada espacio de mi cuerpo empapado tanto del agua de la piscina como de sudor. Lamía mi cuello una y otra vez. No paraba de besarme. Hasta que no pudimos más, sellando la noche de pasión con varios dulces besos.
Creo que de todas estas fantasías que he escrito hasta ahora, ésta es la más suave y delicada que he tenido. Y es comprensible, porque Wil es de esos chicos que al momento de hacer el amor, hay que hacérselo con cariño y dulzura, porque es lo que irradia. Su hermosa sonrisa, su mirada inocente y su dulce voz imaginándola al cantar en ese programa fueron los detonantes para que pudiera tenerlo conmigo, así fuese de forma ficticia.
Te dejo, Diario. Continuaré con mis actividades habituales; espero abrirte pronto.
-Carlita
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