Te vuelvo a
abrir para escribir en estas candentes páginas una nueva fantasía. Esta vez, la
susodicha fantasía es con el Freak más bello del mundo, Tim Lincecum. Acá
comienza todo:
Una discoteca. Música a todo volumen,
gente bailando sin parar. Todo tipo de estilos musicales sonaba; desde dubstep
hasta house, pasando por drum ‘n bass, etc. Estaba yo con mis amigas Vicky,
Normitha, Alma y Yessica celebrando mi graduación. Eran las 9 pm de
un viernes.
Vicky tomó una botella de champagne,
la descorchó y nos sirvió a cada una de nosotras para brindar por mi logro
alcanzado. “Amigas, un brindis por nuestra excelente y exitosa amiga Carla, que
sea el primero de muchos éxitos más en tu vida, mi reina. ¡Salud!”
“¡SALUD!”, exclamamos las demás. “Te
queremos Carlita”, me decía Normitha, Alma me comentó: “De verdad que eres muy
buena en lo que haces y estoy muy contenta por tu graduación. Sigue adelante,
te quiero amiga”. “Arriba Carlita, ahora es que hay muchas cosas por hacer,
ahora a buscar trabajo y a ganar dinerito mi amor jajajajaja”, bromeó Yessica.
Yo estaba muerta de la risa; y les comenté después: “No bueno, chicas, muchas
gracias por sus buenos deseos. Ya era hora de lograr lo que quería y ahí está.
Ahora ¡¡¡a celebrar!!!”
Todo iba de maravilla, pero se puso
mejor la fiesta cuando mis ojos hicieron contacto visual con la figura de un
joven guapo y encantador. Piel blanca como la leche, cabello corto y
peinado al estilo de Clark Kent, contextura delgada pero no tan exageradamente
flaco., músculos bien definidos, ojos camaleónicos (a veces marrones, otras
veces verdes, etc.), labios rojizos, sonrisa encantadora; el hombre lucía una
franela blanca, chaqueta negra, pantalones negros casi ceñidos y unos lentes
que parecían de corrección de la vista, pero no eran. Su look parecía de geek
intelectual. O de profesor de matemáticas. Y me enamoré de él al verlo
como estaba vestido.
Se acercó al bar y pidió un
Bloodymary. Yo lo miraba fijamente y luego de tanto contacto visual, me dijo:
“Hola”. Le respondí igualmente, para posteriormente decir: “Tomando Bloodymary,
¿ah?” Él, sonriendo me dice: “Jajajaja sí. No la había probado antes. Pero
bueno, en fin; soy Tim Lincecum, mucho gusto”. Extendió mi mano para
presentarse ante mí, le extendí la mía y nos las estrechamos. - “Hola, Tim;
mucho gusto. Soy Carla, pero puedes decirme Carlita”.
“Un placer, Carlita”; dijo Tim. -
“¿Quieres un poco?”, preguntó mientras me ofrecía un sorbo de su Bloodymary. -
- “Claro, gracias”, le respondí y tomé un sorbito. Acto seguido, Tim me pidió
para ir a bailar con él, a lo que contesté: - “No hay problema. Bailemos; pero
antes quiero presentarte a mis amigas que están en aquella mesa, ¿me puedes
acompañar? Si quieres me ayudas con la botella de champagne”. - “Ok, no hay
problema, vamos”, me contestó.
Fuimos hasta donde estaban las chicas
y efectivamente, se las presenté a Tim. - “Mucho gusto, Tim” decían cada una de
ellas. - “Ande Tim, pero es que eres bien guapo mi rey”, le decía Normitha;
cosa que hizo que Tim soltara una pequeña carcajada. - “Eres demasiado bello”,
le dijo Yessica. - “¿Qué estará pasando en el cielo que los ángeles se están
cayendo?” preguntó en tono jocoso Alma; mientras que Vicky estaba hipnotizada
viéndolo y a la vez le decía: - “Dios mío, ¿estoy soñando o de verdad es real
que estoy viendo a un ángel?”. - “Oh por Dios Vicky, es casi igual a lo que
dije yo ahorita”, le contestó Alma mientras todos nos reíamos.
“Y no sé si te puedo llevar a ti y a
tus amigas a sus respectivas casas, tengo un carro muy espacioso en el que
todas pueden caber allí”, dijo Tim ofreciéndonos llevarnos a casa; a lo que
respondí: - “Gracias Tim, muy amable de tu parte, y además puedes ir con
nosotras a mi casa porque tenemos una especie de after party luego de salir de
acá. Es que estoy celebrando que me gradué y bueno, quiero terminar de volverme
trizas con el alcohol en casa con mi gente. Si quieres venir y celebrar con
nosotras, no tengo ningún problema”.
Tim sonrió y dijo: - “Perfecto. Ah,
por cierto, felicidades por tu graduación. Así que, ¡a celebrar se ha dicho! ¿O
no es así, chicas?”
Un sonoro “Fuck yeah!” fue lo que se
escuchó entre nosotros. Nos montamos en su carro y nos fuimos a casa. Al llegar
a mi casa, la fiesta continuó. Pusimos la música en un nivel del volumen que
pudiéramos disfrutar y a la vez que no molestara al vecindario. Trajimos más
champagne, más cerveza, más hielo y más latas de Red Bull. Tragos de licor iban
y venían entre nosotras y Tim, a tal punto de que estábamos ya algo pasadas de
tragos. Y Tim igualmente. A tal punto que aproveché y le hice una que otra
travesura…. Junto a mis amigas.
Lo fuimos desnudando poco a poco hasta
que no tuviera nada puesto. Vicky y Yessica fueron a la cocina y sacaron varios
sprays de crema batida y empezaron a rociarlos por el espectacular abdomen de
Tim. Yo lo besaba en sus rojizos labios, mientras Alma lo lamía por el
cuello y el pecho, y Normitha, bueno, le hacía cositas perversas debajo de él.
Le poníamos cerezas y fresas en su boca y él se los comía seductoramente.
Lo agarramos por todas partes y lo lanzamos
a la piscina de mi casa. Nos lanzamos todas a la piscina y empezamos a mojarlo,
a hacerle cualquier sinvergüenzura. Después, yo me senté encima de él en
una de las orillas de la piscina. Empezaba a moverme encima de él, mientras las
chicas lo besaban, lo lamían y lo acariciaban. Tim me pasaba sus manos
lentamente (por la borrachera que cargaba encima) por mis pechos. Luego, era
Normitha la que se montaba encima de él, y disfrutaba lo mismo. Y luego Vicky.
Después Yessica. Y por último Alma. Todas nos disfrutamos a Tim. Hasta que no
pudimos más…
Definitivamente
esa noche pasó a ser de “la noche de graduación” a “la noche más Freak de
nuestras vidas”. Fue tan alucinante, tan loca, tan desenfrenada; que no sólo yo
“me comí ese caramelo”; también lo saborearon cada una de mis amigas.
Te dejo,
Diario. Seguiré leyendo unos libros que debo leer para la universidad. Buenas
noches.
Carlita.
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